Sobre el cáncer de endometrio…
El cáncer de endometrio es la neoplasia maligna ginecológica más común. Es el cuarto cáncer más común en mujeres después de los cánceres de mama, pulmón y colorrectal.
La edad media de las pacientes en el momento del diagnóstico es alrededor de 60 años. El 90% de los casos se presentan en mujeres mayores de 50 años.
Solo el 20% de las pacientes con cáncer de endometrio reciben un diagnóstico antes de la menopausia.
El cáncer de endometrio generalmente se clasifica en dos tipos.
- tipo I es la forma más común y representa más del 70% de los casos. Se asocian con la estimulación estrogénica sin oposición y se conocen como adenocarcinoma endometrioide. Son tumores son generalmente de bajo grado.
- El tipo II representa solo el 10% de los cánceres de endometrio, pero está asociado con el 40% de las muertes relacionadas.
La hiperplasia endometrial representa una lesión precursora del cáncer de endometrio. La hiperplasia atípica se asocia con un mayor riesgo de cáncer que la hiperplasia simple o compleja.
El sangrado vaginal es la presentación clínica más común de cáncer de endometrio en mujeres posmenopáusicas. Las mujeres posmenopáusicas a las que se les diagnostica cáncer de endometrio se diagnostican en una etapa temprana, lo que mejora las posibilidades de un tratamiento exitoso. El 10% al 20% de las mujeres posmenopáusicas que son evaluadas por hemorragia uterina son diagnosticadas con cáncer de endometrio porque la causa más común de hemorragia posmenopáusica es la atrofia endometrial.
Se deben investigar todas las hemorragias posmenopáusicas, especialmente si existen factores de riesgo de hiperplasia o cáncer de endometrio. El sangrado uterino anormal también puede ser un signo de cáncer de endometrio en mujeres premenopáusicas. Las mujeres con sangrado uterino anormal deben ser evaluadas con muestreo de tejido endometrial o ecografía para detectar cáncer de endometrio si son mayores de 45 años o si son menores de 45 años y tienen antecedentes de exposición a estrógenos sin oposición.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo del cáncer de endometrio tipo I están relacionados con la exposición sin oposición del endometrio a los estrógenos, incluyen:
- la terapia con estrógenos sin oposición
- la menarquia temprana
- la menopausia tardía
- la terapia con tamoxifeno
- la nuliparidad
- la infertilidad o la falta de ovulación
- el síndrome de ovario poliquístico.
Otros factores de riesgo que no involucran a los estrógenos sin oposición incluyen:
- antecedentes familiares de cáncer de endometrio
- edad mayor de 50 años
- hipertensión
- diabetes mellitus
- obesidad
- enfermedad de la tiroides
- síndrome de Lynch
- uso de tamoxifeno
Los factores protectores incluyen el uso previo de anticonceptivos orales combinados durante uno o más años y gran multiparidad.
Detección
- Hay pocos hallazgos en la exploración física en mujeres con cáncer de endometrio. Se debe realizar un examen pélvico para evaluar otras fuentes de sangrado anormal, como la vagina o el cuello uterino.
- No existen pruebas de laboratorio específicas para la evaluación del cáncer de endometrio.
- Las pruebas de laboratorio deben incluir una prueba de embarazo en pacientes en edad fértil.
- Hemograma completo y tiempo de protrombina y tiempo parcial de tromboplastina para pacientes con hemorragia abundante.
- La ecografía transvaginal o la biopsia de endometrio pueden emplearse como estudio inicial para la evaluación del cáncer de endometrio.
Prevención
Todas las mujeres mayores de 65 años deben ser informadas de los riesgos y síntomas del cáncer de endometrio.
Se recomienda la búsqueda de una evaluación si se presentan síntomas.
Exámenes de detección en mujeres asintomáticas que tienen o están en mayor riesgo de síndrome de Lynch. Exámenes de detección anualmente con una biopsia endometrial a partir de los 35 años.
Se debe aconsejar a las pacientes con síndrome de Lynch que mantengan un calendario menstrual e informen de sangrado anormal.
En pacientes que toman tamoxifeno y presentan sangrado uterino anormal deben ser consideradas para estudios diagnósticos.
El manejo de factores de riesgo como la obesidad, la diabetes y la hipertensión desempeña un papel en la prevención del cáncer de endometrio.
Para las mujeres que reciben terapia hormonal, se ha demostrado que la adición de progesterona disminuye el riesgo de cáncer de endometrio.
